Ace Combat 7 dentro de los mejores videojuegos del 2019
Ace Combat es una de las pocas sagas de videojuegos que puede presumir de haber mantenido siempre el listón bien alto en casi todas sus entregas, una hazaña gigantesca si tenemos en cuenta que estamos hablando de una serie con más de un cuarto de siglo a sus espaldas. Ahora, tras una buena temporada desaparecida en combate, vuelve a desplegar sus alas con su séptimo juego numerado, título con el que la icónica licencia de Bandai Namco ha conseguido volar más alto que nunca y ofrecernos el que es, sin ninguna duda, el primer gran lanzamiento del año.
El oscuro cielo de la guerra
Como siempre, volvemos a encontrarnos ante un juego de acción de corte arcade a bordo de aviones en el que tendremos que librar infinidad de batallas mientras cumplimos misiones de todo tipo y avanzamos en una compleja y elaborada historia repleta de momentos épicos e inolvidables.
Esta vez, regresaremos al mundo ficticio de Strangereal (muy similar al nuestro, pero con otra geografía y naciones) donde una nueva guerra ha estallado en el continente de Usea entre Osea y el reino de Erusea, sumiendo al mundo en un caos que tendremos que detener encarnando a Trigger, uno de los mejores pilotos de las fuerzas aéreas de Osea.
Tal y como ya hemos comentado, la trama es apasionante y está repleta de sorpresas e inesperados giros de guion, lo que le confiere un ritmo trepidante con el que consigue mantener nuestro interés en todo momento, invitándonos a seguir jugando para descubrir lo que va a ocurrir a continuación.
A nivel jugable es justo lo que podríamos esperar de él, un simulador de combates de aviones muy arcade que respeta las bases de la serie para ofrecernos una experiencia “pura” y sin aditivos de ningún tipo. Así pues, tendremos que pilotar nuestro caza y realizar todo tipo de maniobras aéreas mientras intentamos fijar a nuestros enemigos y blancos para “saludarles” amablemente con nuestros misiles, metralletas y armas especiales.
El control es realmente bueno e intuitivo, dándonos la opción de escoger entre una configuración más sencilla y accesible para girar fácilmente, y otra un tanto más realista y tradicional que nos obligará a virar primero para poder hacer los giros. Ambas funcionan de maravilla y se adaptan a las necesidades de cada jugador, lo que es de agradecer y ayuda a romper esa barrera de entrada que suele tener el género de cara a los nuevos fans.
Aquí todas las batallas las libraremos pilotando de forma manual y sin los automatismos experimentales que tan poco gustaron de Ace Combat: Assault Horizon, así que el resultado de los enfrentamientos dependerá única y exclusivamente de nuestra habilidad con el mando, consiguiendo que cada combate sea una experiencia tremendamente satisfactoria y divertida, además de una valiosa lección que nos ayudará a mejorar y a pulir nuestra técnica.
Como decimos, la campaña es una sorpresa tras otra y si hay algo que caracteriza a todas las misiones es la intensidad de la acción. No hay ni un solo segundo de respiro y no pararán de requerir nuestra asistencia en múltiples puntos del mapa mientras los enemigos nos asedian desde todas las direcciones posibles. Por momentos, puede llegar a resultar incluso agobiante, pero siempre tendremos la sensación de estar sumergidos en un auténtico conflicto bélico de gran magnitud.
La dificultad también está muy bien medida y en normal nos harán sudar y esforzarnos para llegar hasta el final. Aquí la victoria no se regala y hay que ganársela, y la IA de los pilotos enemigos no se andará con remilgos a la hora de buscarnos la cola y acribillarnos con todo lo que tengan en su mano con tal de acabar con nosotros.
Si no entendéis el inglés (o japonés) de oídas, os podemos asegurar que jugar y leer al mismo tiempo con el desarrollo tan intenso que tienen las misiones es casi imposible, y todo lo que nos dicen por radio es importantísimo, tanto en lo argumental como en lo jugable. Además, los personajes no paran de hablar y si no estamos atentos nos perderemos información crítica para superar las batallas con éxito. De hecho, en nuestro caso tuvimos que cambiarnos las voces a la lengua de Shakespeare para no tener que estar pendientes de los textos, ya que al no enterarnos de lo que decían en japonés nos estaba resultando toda una odisea avanzar. Una pena que esto pueda suponer un punto que limite su disfrute para algunos jugadores.
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